Agosto 2020

Cómo mejorar fácilmente la biodisponibilidad de nutrientes y agroquímicos

Uno de los mayores desafíos para el presente y el futuro de la agricultura y para la humanidad en general es el manejo del agua.

Hoy, en nuevas áreas del mundo, el agua se está convirtiendo en un recurso limitado y costoso y, por lo tanto, su uso en todos los sectores productivos está bajo estricta observación.

Muchas veces para fines agrícolas es necesario utilizar agua de reducida calidad o en menor cantidad (debido a la disponibilidad limitada o al alto costo) en comparación con las prácticas recientes y los hábitos de los agricultores.

Esta compleja situación alrededor de este recurso esencial es responsable de crear problemas a diferentes niveles en el manejo diario de un cultivo, particularmente en términos de alimentación y protección del cultivo mismo.

De hecho, tanto la solubilización de los fertilizantes como de los productos para la protección de las plantas dependen de la calidad del agua: cuanto mayor es la calidad del agua, mayor es la eficacia de la aplicación.

Debido a la creciente escasez de agua en términos cualitativos y cuantitativos, se ha vuelto importante tratar de optimizar el rendimiento del agua disponible en cada finca y campo.

Hoy, una de las formas más sencillas y económicas de mejorar los resultados (solubilidad, miscibilidad, disponibilidad) de los productos utilizados durante el ciclo de crecimiento es la corrección y la regulación del pH del agua.

Para este propósito, hay muchos productos en el mercado que difieren en cuanto a formulación y mecanismo de acción. En general, su eficacia está fuertemente relacionada con las características intrínsecas del agua, como el pH, la conductividad eléctrica, la salinidad, la dureza, la composición en carbonatos y bicarbonatos y la presencia de materia orgánica.

Según una convención común, el pH se considera el parámetro más importante que se debe monitorear (y corregir) para mejorar positivamente la solubilización de los elementos nutricionales y protectores.

En el caso de fertilizantes y pesticidas, las recomendaciones no escritas y genéricas se refieren a la necesidad de reducir el pH del agua a 5,5-6,0 (por lo tanto, más cerca del pH fisiológico de las células vegetales) para mejorar sus eficacias, mientras que en el caso de los herbicidas las sugerencias son de reducir aún más el pH.

Todo esto debe ser hecho para aumentar la disponibilidad de nutrientes, reducir las precipitaciones y la hidrólisis alcalina que pueden ocurrir en muchas sustancias activas como insecticidas orgánicos, piretroides naturales y sintéticos, hidrocarburos clorados, carbamatos y organofosforados en caso de un pH > 7.

Sobre este tema, PROTEO INTERNATIONAL S.r.l. ha desarrollado y sugiere el uso regular de PH MINUS. Es un fertilizante fluido que permite reducir el pH del agua, solubilizar ciertas sales disueltas, mejorar su homogeneización en la solución, aumentar la disponibilidad de nutrientes (especialmente Calcio y Magnesio), evitar la precipitación y la hidrólisis.

Desde el punto de vista práctico, PH MINUS mejora tanto la penetración cuticular como la absorción de nutrientes y productos fitosanitarios, y aumenta la compatibilidad entre los productos añadidos en la solución. En otras palabras, PH MINUS permite optimizar los costos de los productos nutricionales y protectores porque permite usarlos al 100%.

La simplicidad en el uso de PH MINUS se debe a la presencia en la formulación de un indicador de pH colorimétrico que induce un cambio en el color del agua en función de la cantidad agregada del producto. El color de la solución que se obtiene, claramente reconocible por el agricultor, debe ser comparado con la escala colorimétrica en la etiqueta.

PH MINUS reduce los riesgos de oclusión de filtros y boquillas y mantiene el pH estable durante aproximadamente 24 horas, lo que permite un tratamiento pospuesto en comparación con el momento de preparación de la solución.

Para obtener más información, busque PH MINUS en la sección Productos y descargue la Ficha técnica.